Wednesday, November 29, 2006

Homenaje a mi amigo Benedicto Revilla

Homenaje a mi amigo Benedicto Revilla


"Un Trotamundos Castellano… Español Universal… Ciudadano del Mundo…
Un hijo de Dios al servicio de la Humanidad."

Quiero relatar algunas anécdotas de mi amigo Benecdicto Revilla Torices, un sacerdote católico español, virgen y célibe con 71 años, a quien conocí en una conferencia en Washington y con quien pronto establecí una relación entrañable de corazón. Es de esas personas aventureras para Dios, que uno no puede olvidar: "Un Trotamundos Castellano…Español Universal…Ciudadano del Mundo…y un hijo de Dios al servicio de la Humanidad" - como él mismo se define.

Es sin duda un profeta de integración y teólogo de la unidad. Se siente sacerdote universal, porque como él dice: "El ser - los seres- respiran a un solo ritmo y Dios es Envolvente. No tiene color, ni religión, ni raza específica: ama a todas sus criaturas y a todas se revela."
Baja de la montaña e igual que Moisés con las tablas de la ley, se topa con los ridículos ídolos erigidos desde las limitadas perspectivas de cada valle. "Demasiadas barreras, alambres espinados, conflictos y divisiones. Demasiados pontífices pretendiendo monopolizar verdades y revelaciones."
Revilla casi siempre se encuentra sin un centavo en el bolsillo. Vive colgado a la Providencia, y me maravilla su plácido abandono a su misión de misionero por más de 40 años (la mayoría en Guatemala) en las manos del Padre Celestial que lo ama.

Revilla ¿dónde vives? y ¿cómo vives? "de milagro" - responde. Cuando llega a un lugar siempre tiene amigos para brindarle modesta posada y siempre encuentra la forma de financiarse un regreso. Sus posesiones son una bolsa de viaje cargada de documentos (varias veces le han confundido con el cartero) Habla con todos, se ha entrevistado, (a menudo sin cita previa) con el Rey de España, con Juan Pablo II, con los tres últimos secretarios de la ONU, con los cinco presidentes centroamericanos, con Felipe Gonzalez, Miterran, cardenales, arzobispos, el gran Imán del Cairo un sin numero de personalidades mundiales.

La fuerza, objetividad y eficacia de sus planteamientos le abren las puertas de cualquier rincón del mundo. "Quien ha hecho de la fraternidad universal y de la ciudadanía sin fronteras su modo de vida", encuentra la gratificación de, "no teniendo nada, sentirse acogido en todas partes. Sin saber hasta mañana dónde comeremos hoy"

En una de sus canciones originales él dice: "Soy el hijo del amo: el mundo es mío. Donde quiera que voy me siento en casa. En cada hombre que pasa veo a un hermano y le tiendo la mano y le guardo la espalda".
Maravilla, asimismo, el talante independentista de sus criterios. De él se puede decir lo que decían de Jesus: "Maestro, tú que no haces acepción de personas… si no que dices francamente la verdad"
Y tampoco tiene empacho en divulgar su denuncia del "pecado papal" por cumplir un consejo: el del celibato sacerdotal deja de cumplir el mayor de los mandatos divinos que es el de la predicación del Evangelio, imposible realizarse con tan pocos célibes.

Según Benedicto Revilla, vamos hacia una civilización universal única, síntesis de los mejores valores de todas las civilizaciones pasadas, presentes y futuras.

Aunque Benedicto Revilla es un sacerdote católico, él no está de acuerdo con muchos de los pensamientos tradicionales de la Iglesia: Reta abiertamente al Papa en estos temas fundamentales:

  1. - El divorcio
  2. - El sacerdocio de la mujer
  3. - El celibato opcional de los sacerdotes
  4. - La salvación fuera de la iglesia
  5. - Los errores de las Sagradas Escrituras
  6. - Los errores del propio pontífice
  7. - La continuada revelación de Dios al mundo aún fuera del cristianismo
  8. - La terminación de las penas en el infierno
  9. - La bondad natural del hombre
  10. - La necesidad de una renovación integral de la iglesia a cuatro bandas: liturgia, jurídica, moral y dogmática hasta ponerse de nuevo a la cabeza de la caravana de la humanidad
  11. - La desmitificación del tabú del sexo
  12. - La necesidad de que el Papa se ponga en la mesa ecuménica en plan de igualdad con todos los demás dirigentes de las grandes religiones y movimientos espirituales del mundo para un diálogo sin condiciones previas ni conclusiones prefabricadas: sin prejuicios.
En los doce puntos anteriores, Benedicto dice que sí, a lo que el papa dice: no. Pero no es un rebelde, ni un desertor. El está y se siente dentro de la Iglesia, a la que ama con todas sus fuerzas, del mismo modo que ama y admira a Juan Pablo II: en cuanto a Papa y en cuanto a persona.-

Cuando sus amigos le preguntan: ¿Tu según eres de liberal, cómo no te vas de la Iglesia que es tan dogmática? - "¿Irme de la iglesia yo? Ni a palos me hacen salir. A mí me echan de la Iglesia por la puerta y me meto por la ventana. ¿Me cierran puertas y ventanas? Y me cuelo por la chimenea". "Yo soy un enamorado de la iglesia a la que considero la institución más sublime que ha parido la humanidad en los diez mil años de historia y prehistoria de que tenemos noticias ciertas".
"¿Qué tiene muchas arrugas? Natural, con los dos mil años de vida que lleva a sus espaldas. ¿Qué hay mucho gamberro, mucho desaprensivo y mucha chusma católica? Lógico que lo haya entre mil millones de afiliados que cuenta en sus filas. Si entre doce apóstoles, escogidos a dedo por el mismísimo Señor Jesús se le colocó un Judas, cuanto vividor y cuanto pillín no se habrá colado entre mil millones de católicos actuales".

"Pero que institución puede contar su historia por millares de años ininterrumpidos y que aún siga en marcha con cuerda para rato…?¿Qué institución puede contar sus afiliados por cientos de millones?"

"¿Qué institución puede presentar un manojo de figuras de la altura espiritual de esta galería católica: Jesús de Nazareth, María su madre, Pablo su apóstol, Agustín, padre de la iglesia, Benito de Nursia, Francisco de Asís, Domingo de Guzmán, Catalina de Siena, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Tomás de Aquino, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Vicente Paul, Juan Bosco, Juan XXIII, Juan Pablo II, Teresa de Calcuta; por no citar más que una docena de sus más conocidos próceres que marcan el Himalaya del espíritu en torno a Jesús de Nazareth que es el indiscutible Everest de la humanidad? ¿Qué institución tiene un curriculum vitae tan glorioso en obras de educación, de beneficencia y de cultura como la Iglesia Católica, la gran mecenas de las ciencias, las letras y las artes?"
Lo que sucede es que el Padre Revilla ha viajado mucho, ha estudiado y orado mucho desde múltiples y variados rincones del mundo. Ha recogido las hiervas mas preciosas de los Andes, los néctares más delicados del Kilimanjaro; las raíces más vitalizantes del Himalaya; los ingredientes más sabrosos que crecen en los Pirineos Cantábricos y en los Alpes europeos. En esta olla de su cabeza se han puesto a cocer todos estos elementos positivos para un plato delicioso. Del cristianismo prefiere tomar aquellos valores realmente universales, compatibles y armonizables para que este gran cocido sea apto para ser degustado por todos. Y así surge su Gran Pentalogía Cristiana que une, integra y representa esos mejores valores universales, que junto a los muchos otros sembrados en diferentes tierras y climas por el Dios Creador de todo, constituirán la síntesis de esa civilización universal única; en fin, la exquisita comida de esa olla maravillosa:

· 1.- La bondad del misterio envolvente: ABBA – PADRE.
· 2.- La dignidad de toda persona humana
· 3.- La convivencia basada en la fraternidad
· 4.- El optimismo basado en la Providencia Divina
· 5.- Y la ventana abierta a la esperanza escatológica, que el Dios de Jesús nos promete al final del camino del mundo. Ninguna cultura, filosofía ni religión; ningún ser humano, rechazaría una oferta de predicación con tales contenidos. Son integradores, no divisores.

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Para finalizar me gustaría compartir este poema que me dedicó, en el que bellamente expresa sus luchas para lograr ser victorioso en mantener su virginidad y pureza:

Tengo Sed
Tengo sed,
Tengo sed:
No es vicio fomentado:
treinta años entre fuentes,
y el agua no he probado;
estando como estoy deshidratado.

Tengo fe...
Tengo fe...
Pero menos que Abraham;
Y por eso no se
Cuanto tiempo podré
Aguantar esta sed tropical

Tengo sed;
tengo fe.
Y el problema es saber...
Quién podrá al fin con quién
si la fe con la sed
o la sed con la fe...

Traspasado el desierto,
y aguantada la sed,
soportada la prueba,
ha vencido la fe.

De Benedicto Revilla Torices a mi querido amigo Jesus Gonzalez Losada
Washington 17-19 de abril de 1998